CONSIDERACIONES SOBRE EL EMPLEO DE OPIOIDES EN EL DOLORCRÓNICO DEL PACIENTE GERIÁTRICO

Estos
pacientes que sufren dolor crónico nos son tratados de una forma adecuada, bien
por la dificultad a completar la historia clínica o bien por el miedo a los
posibles efectos secundarios e interacciones de los analgésicos prescritos.
Sin
embargo, son los opioides aquellos que mejor manejan el dolor moderado-severo
en el paciente anciano, con clara eficacia analgésica y alto perfil de
seguridad.
Para
el uso de estos, es preciso conocer las peculiaridades fisiológicas,
farmacocinéticas y farmacodinámicas del paciente anciano para controlar de
forma correcta el dolor e incrementar la capacidad funcional y calidad de vida
del paciente anciano.
Causas
de alto riesgo en el anciano:
-Edad de más de 80 años.
-Patología asociada (ACV, IAM, EPOC,
Diabetes Mellitus, etc.).
-Problemas sociales.
-Soledad.
-Polifarmacia.
-Incapacidad funcional.
-Cambios de domicilio frecuente.
-Deterioro cognitivo.
-Depresión
Factores
que modifican la respuesta farmacológica:
-Pluripatología,
-Polifarmacia
-Adhesión al tratamiento
-Soporte socio-familiar
-Pérdida progresiva de capacidad
funcional y cognitiva del individuo (pérdida de memoria y disminución de la
capacidad intelectual): implica una falta en el cumplimiento de los
tratamientos prescritos
-Automedicación
Modificaciones
farmacocinéticas:
-Absorción:
-Reducción de la producción de ácido
gástrico.
-Reducción de la tasa de vaciado
gástrico.
-Reducción de la movilidad
gastrointestinal.
-Reducción de flujo sanguíneo
gastrointestinal.
-Reducción de la absorción superficial
-Metabolismo:
-Reducción de la masa del hígado.
-Reducción del flujo sanguíneo
hepático.
-Reducción de hepatocitos funcionantes.
-Distribución:
-Disminución de la masa total del
organismo.
-Incremento del porcentaje de grasa
corporal.
-Disminución del porcentaje de agua
corporal.
-Disminución de albúmina plasmática.
-Eliminación:
-Disminución del filtrado glomerular.
-Disminución del flujo sanguíneo
renal.
-Ajuste de dosis por aclaramiento de
creatinina.
Hoy
en día se cuenta con gran variedad de fármacos opiáceos que favorecen el
correcto control analgésico del geriátrico, adaptándose a sus limitaciones
funcionales y cognitivas. Por ello, como enfermeros, debemos evitar tratar de
forma inadecuada a nuestros pacientes geriátricos y que estos abusen de otros
fármacos.
Además,
es fundamental prever e informar al paciente y familiares de los posibles
efectos secundarios como: el estreñimiento, las náuseas y vómitos y la
tolerancia. Es preciso entonces un ajuste adecuado de la dosis y la forma más
segura para cada paciente de forma individual, ya que hay mayor sensibilidad en
este tipo de pacientes.
-Morfina
-Codeína
-Tramadol
-Fentanilo
-Buprenorfina
-Oxicodona
-Hidromorfona
Los
aspectos a tener en cuenta para la administración de opioides en el dolor
severo:
-Dolor oncológico
-Insuficiencia renal o hepática
-Depresión respiratoria
-Inmunosupresión
-Seguridad y tolerancia
Conclusión:
A
pesar de conocer la alta prevalencia del dolor en el anciano, un gran número de
ellos no recibe el tratamiento adecuado. La investigación farmacológica ha contribuido
a desarrollar un importante arsenal terapéutico en el tratamiento del dolor,
demostrando que los analgésicos opiáceos representan un arma terapéutica fundamental
en el manejo del dolor moderado-severo con una clara eficacia analgésica y alto
perfil de seguridad.
BIBLIOGRAFÍA
-Mencías,
A. B; Rodríguez, J. L. Consideraciones
sobre el empleo de opioides en el dolor crónico del paciente geriátrico. 2008.
7: 463-474. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/dolor/v15n7/revision.pdf.
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