viernes, 25 de mayo de 2012


CAMBIOS EN LA VISIÓN DEL ANCIANO: CATARATAS




La visión es la capacidad que tenemos para interpretar nuestro entorno a través de la luz que procesa el ojo (pupila, lente, retina, impulso nervioso) y que es interpretada por el cerebro.

Pero con el paso del tiempo esta función puede verse afectada por una serie de cambios oculares debidos al comienzo del envejecimiento. Este proceso de deterioro se podría considerar a partir de los 30 años de edad.

Estos cambios podrían ser:

            -Sequedad en los ojos (menor secreción lagrimal)
            -Córnea menos sensible: las lesiones no se observan con facilidad
            -Disminución de un tercio del tamaño de la pupila al cumplir los 60 años
-Reacción pupilar más lenta. Disminuye su capacidad de adaptación a la oscuridad o a la luz brillante
            -El cristalino se vuelve amarillento, menos flexible y ligeramente opaco
            -Disminuye la almohadilla grasa que soporta al ojo
-En los músculos oculares disminuye su capacidad de rotar completamente el ojo: disminución del campo visual
-Disminución de la agudeza visual: uso de gafas o lentes de contacto para corregirlo.
-Presbicia: dificultad para enfocar los ojos en lago cercano
-Cataratas u opacidad del cristalino
-Glaucoma, degeneración macular senil y retinopatía diabético e hipertensiva son trastornos comunes en el anciano junto con las cataratas.

Según los distintos estudios realizados acerca de la alteración visual en ancianos y lo que estos suponen, las cataratas es una de las alteraciones más comunes. Esta alteración aumenta de forma progresiva proporcionalmente a la edad. Además hay un mayor número de mujeres que de hombres que padecen dicha alteración.

 
También esta comprobado que esta patología implica una afectación para las realización de las actividades diarias básicas e instrumentales para la persona anciana, por lo que aumenta la dependencia de esta. Sin embrago, cuando estos se someten a una intervención de cataratas, se ve una mejora muy favorable para el anciano ya que mejora la función visual y evita la pérdida de autonomía retrasando aquellas situaciones de dependencia para las actividades básicas diarias.


BIBLIOGRAFÍA

-Jiménez Navascués, L; Hijar Ordovas, C.A. Los ancianos y las alteraciones
visuales como factor de riesgo para su independencia. Gerokomos, 2007. Vol. 18 (1): 16-23pp. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1134-928X2007000100003&script=sci_arttext
-Barroso Pena, Y; Avila BalmasedaII, Y; Rodríguez Bencomo, D.J; Rodríguez Romero, A. Características clínico epidemiológicas de la catarata. Revista Archivo Médico de Camagüey, 2010. Vol. 14 (3). Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S102502552010000300007&script=sci_arttext


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